viernes, 23 de enero de 2009

Todo sobre gatos recien nacidos


Los gatitos recién nacidos dependen totalmente de la madre. La familia debe permanecer en la canasta o cajoncito preparado para el parto, en lo posible en un lugar cálido. Hay que mirar las crías de vez en cuando, especialmente si la hembra es inexperta. Tan pronto como se encuentre bien, la madre hará todo lo necesario. La gata necesitará al menos tres veces más de comida de lo normal. Aquí una lista con todo lo que hay que saber:

El primer alimento. Luego del parto la madre conduce suavemente al gatito hacia un pezón y éste empieza a mamar. La leche producida durante los primeros días se llama calostro y está compuesta por nutrientes y anticuerpos, que protegerán a las crías frente a posibles infecciones.

Limpieza. Una vez que los gatitos se prenden a la teta, la madre los lava. La gata les lame la parte del ano para estimular la excreción de productos de desecho. Continuará esta operación hasta que las crías comiencen a tomar alimentos sólidos.

Lactancia. El gatito masajea el cuerpo de la madre con sus patas, estimulando así el flujo de leche. Si la cría se muestra intranquila y gimotea, puede ser síntoma de que la madre no produce suficiente leche. En este caso consultar al veterinario.

Todo bajo control. La madre vigila cuidadosamente a la familia y no le gusta alejarse de ella demasiado. Si uno de los gatitos se separa del resto, ella lo devolverá al grupo agarrándolo por el cogote. No hay que dejar a los niños que tomen en brazos a las crías sin supervisión. Conviene no molestar a la madre más de lo necesario.

Crianza compartida. Si en la casa hay dos gatas recién paridas, alguno de los gatitos de la camada más numerosa puede ser criado por la otra madre. Hay que pasar los gatitos a la madre adoptiva tan pronto como sea posible.

Biberón. Es posible criar a biberón a una camada de gatitos huérfanos. Se empieza por alimentarlos cada dos horas y hay que mantenerlos limpios y abrigados. Pedir consejo al veterinario.
Alimentación artificial

Durante las primeras semanas de vida los gatitos están prácticamente desvalidos y necesitan mucha atención. La madre cubrirá todas sus necesidades hasta que alcancen las tres semanas, en que ya empezarán a explorar los alrededores y a ser más independientes. Las crías deben ir abandonando gradualmente la leche de la madre y empezar a probar los alimentos sólidos. Entre las diez y las doce semanas hay que destetar por completo a los gatitos y prepararlos para separarlos de su madre.

Un día. Un gatito recién nacido depende completamente de su madre. Sus párpados permanecen cerrados y las orejas están totalmente plegadas, por lo que no puede oir ni ver.

Cuatro semanas. Se puede empezar a enseñar a los gatitos a usar la bandeja de deposiciones cuando comiencen a recibir alimentos sólidos. Para ello se sitúa la bandeja en un punto tranquilo y se coloca en ella a los gatos después de cada comida. No hay qué castigar al gatito si se ensucia accidentalmente.

Una semana. Los gatitos abren los ojos aproximadamente a la semana de edad. La camada todavía resulta muy vulnerable y desvalida sin su madre, y las crías duermen apiñadas para sentirse seguras. Los gatitos se apilan instintivamente para mantenerse calientes.

Tres semanas. Un par de semanas más tarde, los gatitos tienen ya una movilidad completa y se aventuran a explorar. Ahora ya pueden empezar a recibir alimento sólido.

Cinco semanas. Para que el gato tenga buenos hábitos alimenticios hay que darle una amplia diversidad de comidas cuando todavía es pequeño. Como alternativa a la comida enlatada especial, se les puede dar carne guisada finamente cortada o pescado blanco desmenuzado.

Seis semanas. Aprenden a cazar abalanzándose sobre una presa de juguete. Los tumultos entre hermanos les permite asumir papeles ofensivos y defensivos.

Siete semanas. Controlando periódicamente el peso de los gatitos se puede vigilar su desarrollo, aunque suelen presentarse problemas para que se estén quietos encima de una balanza.

Nueve semanas. Hacia la octava o novena semana hay que vacunarlos. Un gatito no debería salir a la calle sin haber sido vacunado.

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